Wednesday, June 15, 2005

Donde habita el Olvido

De un tiempo a esta parte me puse a pensar en las cosas que he perdido, la verdad es que no eran tantas pero ese no es el tema fundamental.El tema que quiero plantear es la existencia de un lugar, es el lugar donde habita el olvido.En una noche de divagaciones en compañia de mis hermanas llegamos a la conclusión de que en el departamento existía un lugar(o NO lugar), donde estan y viven las cosas perdidas.Este sitio tiene la misma consistencia de La Hora Azul(una hora determinada donde los pájaros dejan de cantar), es decir, está hecho de el mismo material de los sueños. Entre las cosas que he perdido se cuentan: a)Una pantufla, b)El miedo, c)Una camisa verde-petroleo, d)Un diskette, e) El tino....no en realidad no, el tino nunca lo he perdido, lo cierto es que nunca lo he tenido.En fin.Estoy convencido que en este lugar metafísico estan mis cosas, el problema es que no controlo el paso de mis pertenencias de un lado a otro.Y actualmente necesito más que nada mi pantufla izquierda(que no se malentienda).En el caso de el miedo, espero que no regrese, no por el momento.

Luego recordé que a varios amigos se les habían perdido algunos elementos en el último tiempo, entre otras cosas, el sueño, la voz e incluso la cordura.También me acordé que a mi santa madre se le había perdido su bendita pulsera de los santos. A raíz de esto, me atrevo a suponer que en cada hogar existe este lugar(donde habita el olvido), a éste lo definiría como una de las cuatro puntas del viento o como un eterno "debajo de la cama". La cosa es que mi teoría dice que cuando olvidamos estas "cosas", estas deciden voluntariamente y en un acto legítimamente racional partir a este sitio donde son realmente valoradas, pienso que su motivación es intentar hacernos falta y que sólo en algunos casos cumplen su objetivo.

Para concluir me gustaría nombrar las cosas(algo que significa algo, o ese es el signo?), que no me gustaría perder, entre estas estan: a)Mi madre,b) Mis fotos, c) La clase, d)Mi religión luterana, e)El reloj, f)Mis amigos. Por supuesto que igual tengo materias que me encantará perder como lo son:a)La caspa, b)La paranoia y c) La nunca bien ponderada Virginidad.

7 comments:

Andrea said...

las cosas q he perdido... me suena con un olfatillo a Felupe Cruchaga de Sobras.com
en fin.
Lo q queria decir es que nos pasamos la vida perdiendo cosas y encontrando otras q jamas imaginamos q iban a aparecer. No lo sabré yo que últimamente me ha pasado más lo primero q lo segundo...
Me gustó tu blog. entre tanta tontera q anda dando vuelta se agradece leer algo coherente, tan simple como consistente.
Ya. Eso sería.
Salu2.

Carlos Siegel said...

No conozco al tal Felipe Cruchaga(buen apellido en todo caso),pero creo que en el planeta quedan pocas cosas realmente inéditas, algunos aseguran que ya todo está escrito..gracias por los comentarios...y Javo, si fuiste una inspiración para aquello de la perdida del sueño..

Anonymous said...

No te preocupes amigo. La clase es lo último que se pierde! ;)

alvaro said...

espero no perder las ganas de escribir y de ser un agitador de masas...

sobre tu pregunta; estoy en 3er año en la andres bello en stgo...
si no es por el azar y por el trabajo de mi viejo nos estariamos viendo todos los dias en la escuela de periodismo en la isla teja... pero aca estoy...
salu2

Nicole Grandjean said...

El problema fue cuando perdiste el bigote. Entonces, la cosa se puso seria y las medidas, desesperadas.

Distemper said...

Creo recordar La Hora Azul de una película que se llama Cuatro Aventuras de Reinette y Mirabelle. Es la hora del total silencio en donde el mundo se detiene por un minuto. Es un momento increíble cuando lo vez en pantalla. Puf.

Si algo me gustaría perder son mis nervios.

Tu blog es estupendo y te seguiré leyendo. Te felicito, no abunda mucho el ingenio y veo que a ti te sobra.

Saludos.-

Anonymous said...

Yo igual he perdido cosas, de verdad es raro como desaparecen. Ojalá pudiera algún día encontrar ese lugar de lo perdido, no voy a perder la esperanza hasta encontrarlo.
Pau